Hoy tenia pensado escribiros otra cosa, pero la vida a veces va más deprisa que yo y me cambia los planes. Solo quería deciros que hoy recibí cuatro mails que me conmovieron. Todos tienen algo en común. Todos hablan de un tema que me interesa mucho, la conexión.
El primero era de una jefa con la que trabajé varios años. Me alegró un montón. Me dio las palabras que llevaba dos días buscando para expresar una sensación que tengo desde que empezó todo esto ‘optimismo enfermizo’. Es decir, creer firmemente que todo saldrá bien incluso cuando la vida parece que apunta a todo lo contrario y escapa de toda lógica. Por eso, aunque a veces se debilita, al final siempre vuelve, persiste, porque es más fuerte.
Además me dio la orientación que estaba buscando. Precisamente esta mañana pensé, echo de menos un poco de asesoramiento profesional, de alguien imparcial pero que al mismo tiempo me conociera más o menos bien. Pues bien, llegó el afianzamiento que buscaba. Y bastante más de lo que esperaba.
El segundo, me dejó momentáneamente muda, precisamente por 'escuchar' unas palabras tan cercanas de alguien que nunca me ha visto, y que le ha bastado leer una carta de presentación de trabajo para conectar conmigo. Me decía textualmente “Ich wünsche Ihnen alles Gute für Ihren weiteren Lebensweg - und dass sich Ihre mutigen Entscheidungen für Sie lohnen werden.” Que viene a ser algo así como ‘le deseo lo mejor en el camino de su vida y que las decisiones tan valientes que ha tomado le sean recompensadas’.
El tercero y el cuarto llegaron llenos de cariño, de apoyo y entusiasmo. La energía fluye de una forma tan especial, que una de las cosas más bonitas que estoy viviendo aquí es la intensidad del cariño que recibo desde fuera. Es una autentica pasada ver cómo desaparecen las distancias y comprobar que somos capaces de conectar con otras personas hasta tal punto, que a menudo olvido que hay casi 2.000 km hasta Madrid ó más de 12.000 km hasta Buenos Aires.
Por su parte, Friburgo me sigue regalando momentos con personas muy agradables. Mi existencia en mi ‘Wg’ sigue siento muy ‘dulce’, mis compañeras cada día me sorprenden con un postre nuevo, son unas cocineras fantásticas, todas a cual mejor, y los resultados, siempre deliciosos. El de hoy en particular era una tarta con una base de masa quebrada y sobre ella una capa de chocolate de 3 cm de espesor, espectacular… me pongo mala solo de pensarlo :) Y mientras tanto, sigo aprendiendo a hacerlos, dejándome sorprender...
Ps: ‘Wg’ es la abreviatura de piso compartido en alemán
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