En todos los libros de texto para aprender alemán que he utilizado desde que llegué a Alemania, dedican al menos un tema al medio ambiente y a la sostenibilidad. En las clases hemos hablado durante días de este tema. Aquí, desde pequeños, los niños son educados en la cultura del reciclaje, de ahorrar energía y de respetar el medioambiente de una forma mucho mas contundente de lo que se hace en España.
El concepto ‘Pfand’, lo que en España hace años se conocía como el 'casco'. El Pfand es el dinero que tu pagas por una botella, de plástico o de vidrio, y después se te reembolsa cuando la devuelves en el supermercado. Lo bueno es que con el tema del Pfand solucionan dos problemas de una sola tacada. Reciclan y mantienen limpia la ciudad. Y hasta generan trabajo, pues hay quien se dedica a recogerlos después de un botellón y con ello se saca su dinerito. Aquí lo tienen todo estructurado. Lo sorprendente es que esta gran idea la teníamos en España hace años pero luego la quitaron.
Desde pequeños les conciencian que las energías de este mundo son limitadas, que ahorrando energía ahorran dinero y respetan el medio ambiente. Les educan para que compren los productos locales para que no haya que gastar mucho carburante para traer los productos desde muy lejos. A ponerse un jersey en casa en invierno, en vez tener la calefacción a tope para poder estar cómodamente en mangas de camisa. Y a usar la bici y el transporte público siempre que sea posible en vez del coche.
Y especialmente en Friburgo, donde desde hace años gobiernan con una política ecológica, esa conciencia de respeto hacia el medio ambiente es aun mayor. Friburgo es la ciudad mas ‘green’ de toda Alemania, considerada capital ecológica de este pais. Aquí abundan los mercados bio y las bolsas de plástico cada vez se usan menos. Creo que en mi vida había comido tan sano ( eso si, no tienen un jamon serrano tan bueno como el nuestro) El medio de transporte mas habitual es la bici y la ciudad cuenta con mas de 400km de carril bici. Pionera en materia medioambiental, cuenta con barrio ecológico, Vauban, un proyecto de desarrollo sostenible. Y además es sede de la Sociedad Internacional de Energía Solar (ISES)
Aunque en España cada vez somos más los que estamos concienciados de que los recursos naturales son limitados, aquí lo tienen más asumido. Aunque está claro, que en todos los sitios hay de todo y aquí también hay gente que no se quiere enterar. Pero lo bueno es que desde la escuela se les educa y se les conciencia de que esta preciosidad de planeta, es un legado que tenemos que cuidar y que debemos buscar medios de habitabilidad más sostenibles.
Aquí es muy fácil darse cuenta de que merece la pena. Despues de 5 meses aquí, me sigue pareciendo impresionante el tilo que habita delante de mi balcón y tener la montaña y el bosque a cinco minutos de mi casa.
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